2010/01/21

...Pertsonak...

"Imagine que está perdiendo su memoria. A veces le ocurre que no puede reconocer totalmente a las personas, a las que usted siente que conoce y quiere. Sus pensamientos van lentos y con frecuencia no puede entender el sentido de lo que los demás le están diciendo. Sus movimientos son torpes, incluso llevarse un tenedor a la boca le supone un gran esfuerzo. Siente las emociones muy intensamente tanto las de la felicidad como las de la tristeza. Nota que la cosas no van bien, pero es incapaz de encontrar las causas. Se da cuenta que ya no es la misma persona de siempre, pero no sabe por qué. Intenta hablar sobre ello, pero no sabe cómo y se encuentra que habla un lenguaje tan extraño que nadie de los que le rodean entiende.
Para comprender a la gente, resulta de utilidad intentar ponernos en su lugar. Le aconsejamos que se sienta un rato con tranquilidad e intente imaginarse a si misma/o como una persona que está perdiendo sus facultades mentales.
¿Cómo sería la situación? Puede llegar a sentirse sola/o, incluso aunque esté rodeado de mucha gente, puede que se sienta insegura/o o impotente, o muy asustada/o.
A veces se sentirá frustrada/o angustiada/o. La gente le trata de un modo distinto del habitual, a veces como a un/a niño/a , otras como si fuese idiota o comosi fuese un objeto. Incluso puede preguntarse si todavía es una persona, ¿cómo le gustaría que le tratasen?
Sigue teniendo los mismos deseos que antes. Sigue teniendo las mismas necesidades de compañía, pero puede sentirlas con mas intensidad dado que sus limitaciones le hacen sentirse más sola/o. Le gustaría que las demás personas fuesen delicadas y generosas, no críticas o que le estén juzgando. Desearía que se adaptasen a su ritmo mas lento; que intentasen comprender su lenguaje.
Necesita conocer que usted todavía les importa, y que nunca le va a faltar su afecto. Quisiera permanecer, en todos los sentidos, como un miembro de la raza humana.
Esta imagen que hemos descrito nos hace darnos cuenta del modo en que se siente una persona cuando sus facultades mentales están fallando. Podemos cuidarle mejor cuando recordemos que cada uno/a es una persona y necesita ser tratada/o como tal, para permitirle que pueda desarrollar al máximo todas sus capacidades restantes. Usted misma/o no es solamente una persona dedicada a su familia, o un trabajador/a, o un voluntario/a. Usted también es una persona; y por lo tanto aquellas personas a las que estamos cuidando no son sólo pacientes o personas discapacitadas, sino también y lo encima de todo son personas.
Del mismo modo en que necesitamos ser tratados como personas por las/os que nos rodean para sentirnos bien con nosotros/as mismos/as, las personas con demencia también lo necesitan. Necesitan ser comprendidas/os, ellas/os también. Cada una/o de nosotras/os somos únicas/os, especiales, con nuestra propia historia, nuestra familia, nuestro grupo de amigas/os, nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades, nuestras alegrías y nuestras penas. Todas/os tenemos estas cosas en común con independencia de nuestras capacidades y discapacidades. Estas necesidades son las que nos convierten a los seres humanos en personas.
Que nos sintamos tratadas/os bien o mal como personas va a depender de si nuestras necesidades y capacidades son reconocidas (por nosotras/os mismas/os y por las demás personas). Depende también, del modo en que las demás personas estarán dispuestas a apoyarnos o soportarnos. Esto también es necesario que ocurra en el caso de personas que están perdiendo sus facultades mentales". (T. Kitwood).